Introducción:
El matrimonio entre personas del mismo sexo ha sido objeto de intensos debates y transformaciones legales en diferentes partes del mundo. En México, la reforma de 2009 en Ciudad de México marcó un hito al eliminar el requisito de que los cónyuges en un matrimonio fueran un hombre y una mujer. Esta reforma desencadenó una discusión profunda sobre la definición del matrimonio civil y su capacidad de cambio. En este artículo, exploraremos los distintos enfoques adoptados en el debate sobre el matrimonio igualitario y analizaremos cómo la Suprema Corte de Justicia de México sentó las bases para una reconfiguración completa del derecho de familia.
El matrimonio como paradigma del derecho de familia:
En algunos países, el debate se centró en mantener el matrimonio como el paradigma del derecho de familia. Aquí, se discutió si las parejas del mismo sexo tenían el derecho de casarse sin afectar la institución del matrimonio en sí. Este enfoque, caracterizado como conformista, dejaba de lado la protección de otros lazos familiares que se forman en la realidad.
El enfoque de los derechos individuales y la igualdad:
Por otro lado, se planteó la discusión sobre la preponderancia del matrimonio y si era razonable mantenerlo como la única forma de integrar una familia. Se examinaron otras formas de unidad familiar y el papel del Estado en la protección de los derechos individuales de quienes deseaban casarse. Este enfoque reevaluó la posición legal privilegiada del matrimonio y se basó en los derechos a la igualdad y autonomía, así como en el derecho a la dignidad.
La reforma en Ciudad de México y su impacto:
En diciembre de 2009, se publicó un decreto en la Gaceta Oficial del Distrito Federal que modificó el Código Civil y el Código de Procedimientos Civiles locales. Esta reforma eliminó la restricción del matrimonio a un hombre y una mujer, reconociendo el matrimonio como la unión libre de dos personas para realizar la comunidad de vida. La reforma generó una acción de inconstitucionalidad presentada ante la Suprema Corte mexicana, que analizó el problema desde el derecho a la dignidad y el libre desarrollo de la personalidad.
La reconfiguración del derecho de familia:
La sentencia de la Suprema Corte estableció varias ideas fundamentales. Se reconoció que el matrimonio y la familia no son conceptos estáticos, sino que evolucionan con los cambios sociales. Además, se afirmó que el mandato de protección constitucional no se limita a un modelo o estructura familiar específica, sino que debe abarcar la diversidad de formas de familia. El derecho al libre desarrollo de la personalidad se vinculó con la dignidad humana, permitiendo a las personas elegir libremente si desean casarse o no. Se argumentó que la reproducción no es un fin esencial del matrimonio y que la orientación sexual es una categoría especialmente protegida por la Constitución.
Conclusión:
La legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en México representó un hito en la lucha por la igualdad y el reconocimiento de los derechos individuales. La Suprema Corte sentó las bases para una reconfiguración completa del derecho de familia al considerar la diversidad de formas de unión y garantizar el acceso igualitario a todas las uniones familiares. Esta transformación legal y social marcó un paso importante hacia una sociedad más inclusiva y respetuosa de la diversidad.
Fuente: Treviño Fernández, S. C., & Ibarra Olguín, A. M. (2022). Curso de Derecho y Familia. Ciudad de México: Tirant lo Blanch.